viernes, 15 de marzo de 2024

El legado de Jaime Menéndez ''El Chato'' al Ateneo de Madrid

 

Jaime Menéndez ''El Chato'' y Malcolm Cowley, Congreso de intelectuales antifascistas 1937Malcom Cowley y ''El Chato'', Congreso de Intelectuales Antifascistas, 1937

Tras décadas de trabajo por parte del nieto de Jaime Menéndez ''El Chato'', falsas ilusiones y varias decepciones, podemos anunciar que la gran institución cultural del Ateneo de Madrid acaba de recibir el gran legado del mencionado asturiano que, entre muchas cosas, fue nombrado ateneísta ilustre en 2008 (Conferencia en el Ateneo de Madrid).

López Rey inmortalizó a Jaime Menéndez El Chato en1936López Rey, caricaturista republicano, inmortalizó al Chato en 1936

Sin duda, que la docta casa del Ateneo acepté este legado ha sido posible por la sensibilidad de hombres muy comprometidos que son conscientes de la gran importancia de “El Chato” para la historia de este país, entre ellos, los actores Víctor Clavijo y Miguel Rellán que han ayudado en todo lo posible al nieto de “El Chato” para que lo que un día fue un sueño sea hoy una realidad. La dote consta de material de gran relevancia, libros únicos de valor incalculable, manuscritos inéditos, prensa de la época, fotografías, radios antiguas, máquina de escribir, utensilios varios y algunas obras de arte.

Jaime Menéndez El Chato y una amiga, 1925, EEUU''El Chato'' y una amiga, en Nueva York, en 1925

Pero lo mejor para recordar la excelsa figura del Chato es hacer una breve semblanza de las cosas más importantes que hizo durante sus casi siete décadas de vida.

Jaime Menéndez Fernández, conocido como “El Chato” por su nariz de boxeador, nació el 25 de junio de 1901  en Sobrerriba, una diminuta aldea situada sobre Cornellana, en la zona occidental de Asturias. Con apenas 18 años emigró a Cuba. Allí, trabajó de contable en unos almacenes de un paisano y en su tiempo libre estudió idiomas, especialmente inglés, cultura general, política internacional y todo lo relacionado con el periodismo. Con 19 años comenzó a colaborar con el Diario de la Marina, entonces uno de los rotativos más relevantes de la isla.



Carnets Jaime Menéndez El Chato de la Habana y Madrid

En 1920 partió hacia Nueva York. Allí, comenzó a trabajar de redactor de La Prensa, primer rotativo escrito en castellano de los EE.UU que llegó a comandar en 1925 justo cuando entró a formar parte de la prestigiosa redacción de The New York Times, principalmente  como redactor de deportes y cultura. Tras una de sus famosas crónicas de un partido de béisbol Herbert Matthews, gran factótum de The New York Times, le mandó llamar a su despacho, elogió la eximia lexicografía y el refinado estilo literario, después de dos horas de conversación Matthews le dijo que a partir de ese momento escribiría de temas de política internacional, la especialidad y la gran pasión de Jaime Menéndez. También en aquella colaboró en el Universal, uno de los rotativos más importantes de Venezuela, donde coincidió con plumas tan selectas como las de Unamuno o José Ortega y Gasset.



Tarjetas de Jaime Menéndez El Chato de El Mundo, New York Times y España de Tánger
Tarjetas de visita de ''El Mundo'' , ''New York Times'' y ''España'' de Tánger


En 1931 tras la proclamación de la segunda república “El Chato” y otros españoles , entre ellos R. Arias del Valle o Gloria Ajas fundaron La Alianza Republicana Española de Nueva York y su órgano oficial: España Republicana, donde colaboraron Manuel Azaña, Salvador de Madariaga o el mencionado Menéndez.

En 1932 Matthews le envió a Madrid en calidad de corresponsal de la NANA, organización que englobaba a la mayoría de rotativos norteamericanos, entre ellos The New York Times. 



Jaime Menéndez ''El Chato'' fue uno de los fundadores en Nueva York de ''España Republicana''
''El Chato'', uno de los fundadores en Nueva York de ''España Republicana''


En 1933 “El Chato” firmó el primer manifiesto de periodistas republicanos aparecido, en la prensa española, en Heraldo de Madrid, junto a otros ilustres compañeros como Fernando Sánchez Monreal o Ramón Martínez Sol. Poco después fue enviado a Alemania para realizar un estudio pormenorizado del régimen nazi y la resistencia clandestina. Con todo el material recopilado escribió numerosos artículos y los libros Vísperas de Catástrofe y Alemania en pie. Pronto se convirtió en uno de los intelectuales más reconocidos y le empezaron a llover ofertas para colaborar en las publicaciones más prestigiosas, entre ellas El Sol, Leviatán, Cruz y Raya, Estampa, Mundo Gráfico, Cuidad, Política, Ahora, etc.



Jaime Menéndez ''El Chato'' con otros periodista y el presidente Lerroux    Jaime Menéndez ''El Chato'' con otros periodista y el presidente Lerroux, 1934

Y como no podía ser de otra manera se codeó con la flor y nata de la intelectualidad de aquel momento: Dolores Ibárruri, Lorca, María Teresa León, Alberti, Rómulo Gallegos, André Malraux, Hemingway, Unamuno, Buñuel o Antonio Machado. En junio de 1936 contrajo matrimonio civil con Avelina Ranz, taquimecanógrafa, taquillera de metro e intelectual vinculada al movimiento feminista y antifascista.  Tuvieron un hijo: Jimmy.



Jaime Menéndez ''El Chato'', su mujer Avelina Ranz y su hijo Jimmy
    Jaime Menéndez ''El Chato'', su mujer Avelina Ranz y su hijo Jimmy, 1938

Durante la guerra civil siguió apoyando la causa feminista, la causa republicana y colaborando en las publicaciones más relevantes. También ocupó cargos de importancia como el de Redactor Jefe del servicio de propaganda del Gobierno Republicano, la presidencia de la Agrupación Profesional de Periodistas (Asociación de la Prensa de Madrid) o la dirección del diario El Sol.

Al terminar la guerra fue hecho prisionero y pasó por diferentes centros de reclusión. Durante su periodo de cauterio escribió The Jail, las hojas fueron sacadas a escondidas por su mujer e hijo cuando le visitaban. En los presidios fue uno de los puntales en la formación cultural de los reclusos y en la resistencia clandestina antifranquista. 



Jaime Menéndez ''El Chato'' en la cubierta de ''Biblión'', 1934
                   Jaime Menéndez ''El Chato'' en la cubierta de ''Biblión'', 1934

Gracias a la mediación de sus amigos americanos y el intelectual Pedro Laín Entralgo salió en libertad condicional en 1944, el franquismo le prohibió ejercer la profesión periodística por lo que trabajó como traductor y en el departamento de prensa de la embajada de EE.UU. en Madrid donde creó una importante célula clandestina, usando las imprentas de dicha embajada para sacar material antifranquista. También colaboró junto con Abel Plenn en la investigación oficial del gobierno americano sobre la represión franquista de 1939 a 1944 que concluyó que se fusilaron a cerca de medio millón de presos.



Jaime Menéndez ''El Chato'' con los compañeros de la embajada USA, 1945


Poco después sufrió de nuevo persecución por su pasado como maestro masón por lo que la embajada americana decidió buscarle trabajo fuera de España para evitar problemas. Gregorio Corrochano, director en Tánger del diario España, le contrató como redactor jefe. Así pues la familia Menéndez se exilió a dicha ciudad. Desde allí, siguió colaborando en una célula clandestina antifranquista y trabajando para Associated Press, La Vanguardia y otros medios y, además, fue pionero en escribir de cuestiones prohibidas por el régimen franquista lo que contribuyó a que aquel rotativo fuera muy vendido en la Península.




En 1957 la familia Menéndez regresó a Madrid, “El Chato” fue puntal de varias revistas como Mundo, Política Internacional o Destino y siguió su lucha antifranquista en otra célula clandestina y en diversas tertulias como las que tenían lugar en Casa Labra, famoso restaurante de Madrid. En 1969 falleció de cáncer con las botas puestas y luchando por la democracia que poco después llegó.


Jaime Menéndez ''El Chato'' en el homenaje a Alberti, 1936

Jaime Menéndez ''El Chato'', insistimos, es ateneísta ilustre y fue socio de la docta casa, aportó un capital social muy importante para apoyar económicamente a la institución durante la segunda república, incluso actuó en su salón de actos haciendo un papel en una obra de su camarada Federico García Lorca y fue muy amigo de Bernardo González de Cándamo y su hijo, hombres muy importantes en la historia del Ateneo de Madrid, y, además, fue homenajeado por el insigne Profesor José Luis Abellán, recientemente fallecido y presidente del Ateneo, en 2006, así pues no hay mejor lugar en España para albergar el  legado de Jaime Menéndez ''El Chato''.

Homenaje en el Ateneo a Jaime Menéndez ''El Chato'', 2006


domingo, 13 de diciembre de 2020

Fallece el luchador antifranquista y pionero sindicalista Jaime Menéndez



Jimmy y su padre Jaime Menéndez "El Chato", 1938. Foto Febus.

Ayer, mi padre Jaime Menéndez Ranz, insigne luchador antifranquista, destacado sindicalista, conocido como Jimmy e hijo del ilustre salense Jaime Menéndez ,“El Chato”, falleció cuando regresaba de su sesión de diálisis tras casi 6 años aguantando como un Gudari un tratamiento muy duro. Siempre he creído que su vida bien merecía una semblanza por lo que comparto con vosotros esta que he preparado.

Jimmy y su madre Avelina Ranz en 1937. Foto Agencia Febus.

Jimmy además de mi padre es uno de los personajes del libro La epopeya de  'El Chato', por lo tanto, fue un personaje real, un personaje con luz propia, hijo de Avelina Ranz, miembro de la Alianza de Mujeres Antifascistas durante la segunda República y pionera de Manos Unidas, y del mencionado asturiano Jaime Menéndez ‘El Chato’, escritor miembro de la Generación del 27, primer español redactor de ‘The New York Times’, director del diario “El Sol” y pionero de la resistencia clandestina antifranquista en la prensa española desde el diario "España" de Tánger y otras publicaciones.

Jimmy, Leonor, Antonina, Conchi, Paca y Paqui. Foto Febus.

Jimmy nació, en Madrid, en plena guerra civil, el 28 de abril de 1937 fue, por tanto, uno de los llamados niños de la guerra y muy pronto, con apenas un año, se hizo muy popular en la corte republicana. Personajes de la talla de Dolores Ibárruri, Javier Bueno o Ignacio Hidalgo de Cisneros, vibraban con el saludo republicano (puño en la sien) del bebé Menéndez a la orden de su padre. Sin duda, el pequeño era la alegría de la casa en un Madrid asediado que, a duras penas, resistía los ataques facciosos. Un Madrid que pretendió ser la tumba del fascismo y que casi lo consigue gracias a la lucha y entrega de su pueblo.

Jimmy con la familia de Cadalso de los Vidrios. Foto Febus.

Sin embargo la república perdió la guerra y comenzó uno de los mayores genocidios europeos del siglo XX. Más de 300.000 republicanos fueron fusilados y cerca de dos millones fueron encarcelados, sin delito alguno, entre ellos mi abuelo, cuya única única alegría durante su cautiverio fue la visita de su mujer Avelina y su hijo Jimmy. En ese ambiente de crudeza, de hambre y de estraperlo, creció mi padre, rodeado de su madre y familia, entre ellos, sus abuelos: Vitoriano Ranz, de Paredes de Sigüenza, y Leonor Conde, oriunda de Cadalso de los Vidrios, cuya familia ayudó a paliar bastante las penurias de la posguerra. Otro ilustre personaje que ayudó bastante en ese aspecto fue el ilustre periodista americano Herbert Lionel Matthews, redactor jefe de “The New York Times”, que mandó varias cajas de leche condesada del “Bebé Holandés”, cosa que mi padre jamás olvidó.
Una  vez jugando con un vecino de éste le espetó: “jódete que tu padre está en cárcel”. El susodicho era dos veces mi padre, grande y fuerte, pero no le importó y le arreó un bocado en culo que se lo dejó marcado varias semanas y para toda la vida.

Jimmy con sus padres.

En 1944 mi abuelo salió de prisión y mi padre pudo disfrutar de él por primera vez en su vida. El periodista empezó a trabajar traduciendo diversos trabajos y en el departamento de prensa de la Embajada Americana en Madrid, donde formó parte de una de las mejores células clandestinas de resistencia antifranquista, eso sí, con su primera paga le compró a mi padre un bicicleta hecha a medida en uno de las mejores tiendas de Madrid que hoy, sigue funcionado en la calle Atocha (Calmera). Jimmy se convirtió en la envidia del barrio porque tenía la mejor bicicleta de todos pese a ser hijo de “un rojo”. Pero de nuevo las circunstancias políticas se tornaron muy peligrosas lo que obligó a la familia a exiliarse a Tánger en 1946 cuando era zona internacional. Allí, mi abuelo continuó con la lucha antifranquista desde el diario ‘España’ de Tánger.

Jimmy en Tánger con su madre el actor M. Ali Barada y compañeros del diario "España". 

Jimmy en Tánger olvidó lo que fue una de sus peores pesadillas infantiles: el hambre, y, además, conoció un de sus tesoros más preciados: el pan blanco. Allí, en la ciudad internacional, creció rodeado de compañeros republicanos, entre ellos, Aladino Cuetos, Capitán del Ejército Republicano y padre de la actriz Concha Cuetos, José Luis Moreno, que había sido redactor de ‘El Sol’, Luis Grajales, crítico teatral, el escritor Herbert Rutledge Sowthworth o el periodista Antonio Colón.
Mi abuelo enseñó a mi padre a hablar en inglés, le llamaba Jimmy y siempre se comunicaban en dicha lengua, lo que causaba gran asombro entre amigos y familia. Por ese motivo un día cuando Jimmy acompañó a su padre en visita oficial al portaaviones Franklyn Delano Roosevelt el comandante de la nave al ver que hablaba también inglés le regaló como premio un casco de un soldado que había combatido en Guadalcanal.

Jimmy, su padre, varios compañeros y un jefe militar americano en Tánger.

Mi padre estudió en Liceo Francés de Tánger, allí, forjó su leyenda como uno de los mejores jugadores de fútbol escolares                                                                                                                                                                                                                                                             todos los tiempos. Tanta repercusión tuvieron sus hazañas futbolísticas que jugó en el equipo de fútbol del diario ‘España’, y, además, fue fichado, con apenas 15 años, por un de los grandes clubs de la zona: ‘El Protón’. Allí, en Tánger creció en un ambiente de tolerancia y libertad, disfrutando de su familia y de largas charlas políticas con su padre. 

Jimmy en el equipo del Liceo Francés de Tánger. Foto Febus.
Jimmy en el equipo del diario "España" de Tánger.

A 18 años Jimmy regresó definitivamente a Madrid. Debido a su alto conocimiento del inglés pronto consiguió trabajo en el SAC (Strategic Air Command) de la base norteamericana de Torrejón de Ardoz. Casi a la par se incorporó al tejido de cédulas clandestinas de resistencia antifranquista, coincidiendo con personajes de la talla de ‘El Lechuga’ o Nilamón Toral, Teniente Coronel del Ejército Republicano, y corriendo grandes riesgos pero las causas bien lo merecían: conseguir la democracia y las libertades para la sociedad española. En 1959 por primera vez fue con sus padres a Cornellana donde conoció al resto su familia asturiana.

Jimmy con su familia en Cornellana. Foto Agencia Febus.

En 1963 mi padre realizó un curso especial de perfeccionamiento logístico, en el “Sheppard Air Force Base Academic Building”, en Wichita Falls, Texas. La última semana la pasó en New York por lo que mi abuelo le pidió el favor de entregar unos regalos a tres de sus mejores amigos que conoció cuando residió allí. El primero fue Herbet Lionel Matthews, que entonces era uno de los grandes jefes de “The New York Times”, el segundo Boris Gamzue, gran intelectual que ocupaba el puesto de rector en “The New York University”, y el tercero George Wright, otro gran hombre le letras, directivo y jefe de sección de la editorial Funk & Wagnalls, una de las más importantes de los Estados Unidos de la época. Con este último vivió una de las anécdotas más singulares de su vida y que fue el embrión para el advenimiento de una de las palabras más originales de la historia del celuloide americano. Ocurrió así: 
un día, después del almuerzo, Rita, esposa de Wirght, trajo el periódico y le dijo a su marido:
    —Geoooooooorge —ella siempre alargaba la “O” de George, como si fuese el grito de Tarzán—, 25.000 Dólares te están esperando...
    —A ver —dijo George, y se dispuso a leer el anuncio que señalaba Rita—. “Importante estudio cinematográfico busca palabra nueva, musical, alegre, rítmica, carismática e inolvidable. El creador de la palabra ganadora recibirá 25.000 Dólares”.
Pensó durante uno minutos, y exclamó:
    —¡Ya lo tengo! ¡Supercalifragilisticoexpialidoso!
Ya saben pues cuál fue resultado: 25000 dólares de premio y Mary Poppins surcando el cielo y cantando “Supercalifragilisticoexpialidoso”.

Jiimy y Charo el día de su boda.

En el mencionado 1963 mi padre se casó con Rosario de las Heras. Tuvieron tres hijos, Jaime, Óscar y servidor. A todos, gracias a la mediación del escritor André Malraux, entonces ministro de cultura francés, nos mandó a estudiar al Liceo Francés de Madrid, por aquello de recibir una enseñanza libre y laica.

Jimmy con sus hijos, en 1975, en Cadalso de los Vidrios.

En 1964 mi padre entró en la TWA, entonces la mejor compañía aérea del mundo, en el departamento de billetes, ascendió poco a poco, hasta conseguir un cargo de responsabilidad en la dirección comercial, eso le permitió viajar por todo el mundo y conocer sus diferentes culturas pero sin dejar de lado su lucha clandestina contra la dictadura franquista.

Jimmy, en la oficina de la TWA, en Madrid. Foto Febus.
Jimmy con dos grandes amigos, en 1977, en San Francisco.

En 1974 mi padre obtuvo el anillo de Number One de la TWA en un curso profesional de la compañía a nivel mundial. Tras la muerte de Franco y después de la legalización del Partido Comunista de España (PCE) formó parte de la Agrupación del PCE, situada, en un local, en la calle del Olivar de Madrid. En 1981 tras el intento de golpe de estado del Coronel Tejero pasó la noche con algunos camaradas de la mencionada agrupación, escondiendo toda la documentación y fichas para evitar cualquier problema.
En los siguientes lustros siguió su lucha a través del sindicato Comisiones Obreras (CC.OO.). Primero como delegado sindical en el comité de empresa de la TWA y después como miembro fundador del Sector Aéreo de CC.OO., formando parte de su ejecutiva, dicho sector estaba adscrito a la Federación de Transportes y Comunicaciones que encabezaba el histórico dirigente Benito Barrera que había formado parte del Ejército Popular de la República durante la guerra. Mi padre dejó su cargo de la ejecutiva de CCOO, debido a diferencias con la misma ya el sindicalismo no representaba para él lo que fue anteriormente.

Jimmy y Charo en Capri. Foto Agencia Febus.

En  2008 fundó junto a su hijo Juan Manuel la Agencia Febus, entidad sin ánimo de lucro para recuperar a  periodistas, escritores y artistas de la Segunda República, guerra civil española y el franquismo.

Jimmy con Santiago Carrillo, en 2006. Foto Agencia Febus.

Marcelino Camacho y Jaime Menéndez en 1987.

Ante ayer, Jaime Menéndez, mi padre, conocido como Jimmy, se nos fue para siempre a los 83 años, uno de los intelectuales más notorios que he conocido, un ser único y especial, un hombre de principios e ideales republicanos hasta el final, sin duda, un referente inigualable. Y le velamos como él quería: sin curas, sin crucifijos y con la bandera republicana sobre su cuerpo. Qué la tierra te sea leve tovarich.












jueves, 23 de enero de 2020

Se inaugura la exposición de los emigrantes españoles en EEUU

Los descendientes de los españoles que emigraron a EE.UU. en el siglo XX.


          Ayer, en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid tuvo lugar el acto inaugural de la exposición sobre los emigrantes españoles que dejaron su patria entre 1868 y 1945 y llegaron a los Estados Unidos de América para  contribuir con su trabajo en el desarrollo económico, social y cultural del país que vio nacer al poeta Malcolm Cowley.
Primeramente hubo una acto donde desde un atril situado sobre un escenario, situado delante un fondo espectacular del cartel de la exposición, hablaron para un público, que en su mayoría eran descendientes de emigrantes españoles que fueron a Estados Unidos de América en la primera parte del siglo XX, hablaron, entre otros Juan Lladó, presidente de la Fundación Consejo España-EE.UU., entidad organizadora, que destacó el trabajo de la directora de la exposición María Luque Larena, Emilio del Río, exdiputado y actual director general de bibliotecas y museos del Ayuntamiento de Madrid, el presidente de la Fundación Rey Juan Carlos I, el entrañable Anthony Carreño, descendiente de uno de los emigrantes que emocionó con sus palabras y los comisarios de la exposición que llevan lustros trabajando en este proyecto. Hay que mencionar que la ilustre escritora María Dueñas estuvo presente para dar su apoyo a esta iniciativa.

         James Fernández, Anthony Carreño, Emilio del Río, María Dueñas, Juan Lladó y Luis Argeo. Foto Febus

                     Anthony Carreño con sus palabras evocando sus raíces emocionó a todos los presentes.Foto Febus.

                Los comisarios de la exposición: James Fernández y Luis Argeo durante su alocución. Foto Febus.


          Después todos fueron a la Sala Sur del Conde Duque para ver la exposición. Una exposición que es una auténtica maravilla,  llena de encanto, diseño, elegancia, ingenio, impacto, luz y memoria, resultado de un gran trabajo de equipo donde se muestran fotografías, periódicos, objetos personales, vídeos de la época, montajes audiovisuales muy originales y resúmenes de la historia del movimiento migratorio a EE.UU. por parte de asturianos, gallegos, vascos, extremeños, etc. Todos participaron con su trabajo en importantes construcciones, en fábricas, creando negocios, en definitiva contribuyeron al desarrollo económico, social y cultural del país que les adoptó. En la exposición hay un apartado especial sobre la guerra civil española ya que los españoles que vivían en EE.UU. la vivieron con con mucho interés, la mayoría de ellos se posicionaron a favor de la República. Y en la mencionada sección se pueden ver fotografías muy interesantes del dirigente de la CNT Maximiliano Olay, de españoles con el puño en alto, de mujeres vestidas de milicianas y de actos de todo tipo a favor de la causa republicana. También hay revistas como No Pasarán y objetos de gran valor como insignias o un gran pañuelo con el rostro del General Miaja.
         Hay que felicitar a todos los que han contribuido en esta iniciativa porque ha quedado genial. Deseamos que se siga trabajando en este sentido porque es muy importante para la sociedad actual darle a conocer la historia de todos los españoles que emigraron a EE.UU. en esos años y, en particular, la de aquellos que hicieron cosas importantes que han sido relegados al ostracismo y merecen salir a la luz.
           A continuación ofrecemos una selección de fotografías de la exposición porque una imagen vale más que 1000 palabras.